GOTEO NASAL EN PERROS: CAUSAS, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO

El polen de las plantas puede ser problemático tanto para humanos como para animales. También puede provocar fiebre del heno canina y varios tipos de infecciones. Sin tratamiento, representan un riesgo no solo para su salud, sino también para su vida.
Los síntomas de la secreción nasal no deben tomarse a la ligera, ya que es una señal de alarma del cuerpo. Los perros también sufren afecciones como rinitis fúngica, mucositis viral, neumonía y cáncer nasal. Si también hay síntomas preocupantes que lo acompañan, debe visitar inmediatamente a un veterinario con tu mascota para un examen completo, un diagnóstico correcto y la implementación de un tratamiento efectivo para evitar consecuencias graves para la salud.

¿Qué causa la secreción nasal en un perro? ¿Qué enfermedades puede indicar?
Incluso el roce frecuente del área de la nariz por parte del perro debe atraer la atención del amo o guardián del perro, ya que a menudo indica diversas dolencias relacionadas con la cavidad nasal. Una nariz que moquea en un perro puede ser un síntoma de una infección viral.
El virus del moquillo canino es una enfermedad infecciosa extremadamente peligrosa, especialmente para los cachorros. En un curso leve, hay apatía, anorexia, fiebre y enfermedades respiratorias. Hay secreción purulenta de los ojos y la nariz, y también hay dificultad para respirar y tos. El virus del moquillo no tratado puede contribuir a la queratitis del ojo seco e incluso a la pérdida del olfato.
La secreción nasal de un perro tiene síntomas específicos: conjuntivitis, estornudos, picazón en la nariz y los ojos, frotarse la boca, dificultad para respirar y hemorragias nasales. Las causas de estos síntomas persistentes son principalmente polen, productos alimenticios, medicamentos, ácaros, esporas de hongos y productos químicos.
La secreción nasal es acuosa y profusa, y los síntomas persisten hasta que se elimina el alérgeno del entorno del animal. Desafortunadamente, encontrar la fuente de la secreción nasal de un perro a menudo es problemático, ya que es difícil determinar qué causa exactamente la alergia. El primer paso será realizar pruebas de alergia para identificar el agente alergénico.
Los problemas dentales también pueden manifestarse como rinitis. Esto se aplica principalmente a las enfermedades periodontales crónicas, que resultan en la formación de una fístula entre las cavidades oral y nasal. Esto, a su vez, hace que la saliva y los restos de comida entren en la cavidad nasal.
Por consecuente, el perro comienza a estornudar, acompañado de secreción nasal, y, con el tiempo, la afección cubre prácticamente toda la cavidad nasal y se presenta pus en la secreción fétida. Otro problema con la secreción nasal de un perro es la candidiasis bucal, que se manifiesta por secreción nasal que puede ser mucosa, purulenta, sanguinolenta o sanguinolenta. La mucosa de la cavidad nasal se cubre con un moho que es de color blanco o verde.
¿Qué puede significar la secreción nasal de un perro?
Los síntomas discretos de un resfriado pueden ser, de hecho, la manifestación de una afección mucho más grave. Por si acaso, siempre debe visitar a un veterinario para que inspeccione cuidadosamente a tu mascota y la examine para descartar o confirmar cualquier anomalía.
En la cavidad nasal se pueden desarrollar diversas infecciones, como infecciones fúngicas / bacterianas de la cavidad nasal. La secreción nasal en un perro a veces es un síntoma de cáncer, especialmente si hay síntomas adicionales en forma de secreción nasal fuerte / sibilante y prolongada (la mayoría de las veces secreción purulenta, sanguinolenta o mucosa).
Pérdida de apetito, bultos sospechosos en el cuerpo, pérdida de peso, hinchazón en el área de la nariz/ojos, debilidad, son también lamentablemente los síntomas característicos de la enfermedad neoplásica. Los perros mayores de más de ocho años la padecen principalmente.
Las anomalías congénitas y anatómicas también pueden hacer que el perro luche contra la secreción nasal. Este es un problema muy común con las razas de perros que tienen fosas nasales estrechas, como los bulldogs. También hay síntomas en forma de respiración ruidosa, problemas respiratorios, ronquidos, etc.
Los parásitos nasales también pueden manifestarse como secreción nasal crónica, frotamiento de la nariz, sacudidas de cabeza, inquietud, estornudos en la espalda y secreción sanguinolenta. A los parásitos les gustan los lugares húmedos y cálidos, por lo que la mucosa de la cavidad nasal y los senos paranasales son un gran hábitat para ellos.
Los cachorros recién nacidos corren el riesgo de desarrollar una infección por CHV, que puede ocurrir poco después del nacimiento o incluso en el útero de la madre. El herpesvirus canino se presenta como depresión, anorexia, pérdida rápida de peso, diarrea, dolor abdominal, ansiedad, temblor del cuerpo. La causa de la secreción nasal puede ser la obstrucción del conducto nasal, lo que resulta en la presencia de un cuerpo extraño.
¿Cuáles son los síntomas de la secreción nasal de un perro?
Sucede que la secreción nasal del perro es el único síntoma de la enfermedad y no se acompaña de otras dolencias de salud. Una nariz que moquea no siempre es motivo de preocupación, al igual que ocurre con una persona. Es normal que un perro que estornuda le salga una secreción por la nariz. Sin embargo, si estos síntomas son recurrentes y persistentes, se deben tomar las medidas adecuadas.
Lo más seguro es, por supuesto, visitar a un veterinario que tenga conocimientos especializados, experiencia y los recursos necesarios. En el caso de personas que pasan relativamente poco tiempo con sus mascotas por falta de tiempo, se presentan en casa en horarios irregulares, es fácil pasar por alto síntomas preocupantes. Además, los perros tienden a lamerse las secreciones nasales en poco tiempo, lo que hace que sea aún más difícil notar las señales de advertencia.
Sin embargo, vale la pena saber que, si un perro tiene secreción nasal durante mucho tiempo, generalmente encontrarás rastros cerca de la nariz, en el hocico e incluso en las patas delanteras. Debes preocuparte por las secreciones secas en estos lugares y el cabello pegajoso. La rinitis suele ir acompañada de estornudos, pero no es una regla, ya que depende principalmente de lo que la esté causando.
Si tu perro estornuda de vez en cuando, y son estornudos individuales, no te preocupes. Debes estar atento a los estornudos paroxísticos y frecuentes. También puede estornudar hacia atrás con sonidos específicos de su nariz. Es ruidoso y el perro tiene dificultad para respirar debido a la contracción de los músculos de la garganta. El estornudo retrógrado generalmente ocurre con una infección viral, la presencia de un cuerpo extraño en la nariz o tumores. Un catarro también puede ser expulsado por la boca del animal.
Goteo nasal en un perro: ¿cuándo acudir al veterinario?
Ya sea que la nariz de tu perro tenga pus, la secreción sea acuosa o esté mezclada con sangre, debes consultar al veterinario. Nunca se sabe cuál puede ser la causa de los síntomas específicos, a menudo son inespecíficos y pueden indicar diversas entidades patológicas.
El veterinario inspeccionará cuidadosamente al perro, realizará los exámenes apropiados y realizará una entrevista detallada con el tutor. Todo esto ayuda a encontrar el origen del problema, ya que, sin eliminar la causa, la ayuda será solo ad hoc.
A veces se hace necesario un tratamiento sintomático, porque no hay otra opción, pero es fundamental que el perro reciba ayuda especializada, recordando que la dilación para visitar al veterinario es un movimiento muy arriesgado. La salud de tu perro puede deteriorarse rápidamente y la rinitis discreta es un síntoma de una enfermedad grave que amenaza la salud y la vida de la mascota.
Un veterinario es esencial si tu perro experimenta secreción nasal intensa y acuosa durante más de un día, hinchazón de la conjuntiva, secreción con sangre, ojos llorosos, jadeo, respiración ruidosa, halitosis, frotamiento de la cabeza, problemas respiratorios, anorexia, temperatura elevada, vómitos, letargo, exceso de agitación e inquietud.
Diagnóstico del goteo nasal en perros
Para realizar un diagnóstico correcto, es necesario encontrar el origen del problema, es decir, la causa de la rinitis. Para ello, el veterinario realiza un examen físico, valorando secreción nasal y dolor al tacto, decoloración/ulceración de las fosas nasales, forma de exhalar el aire y su olor, murmullos nasales, simetría facial, salida de los ojos, estado de la boca y senos frontales, permeabilidad de las fosas nasales y ganglios linfáticos.
Se ausculta el tórax y se comprueban también los síntomas sistémicos. Un veterinario también puede realizar un examen dental, prueba de lágrimas, rayos X, rinoscopia, biopsia, resonancia magnética, tomografía computarizada. En el diagnóstico, se utilizan exámenes citológicos e histopatológicos.
¿Cómo se trata la secreción nasal canina?
Un perro enfermo necesita descanso, calor, paz e hidratación. Si no quiere beber, la comida seca debe mezclarse con agua y servirse como tal. Para aliviar el síntoma en forma de rinitis, se utilizan medicamentos para reducir la congestión. Una preparación que humedece la mucosa de la cavidad nasal es útil, aunque los mucolíticos también son populares.
Sin embargo, el tratamiento sintomático no resuelve el problema hasta que se elimina la causa de la secreción nasal del perro. En el caso de la rinitis alérgica, se utilizan medicamentos antialérgicos. Sin embargo, sin eliminar el factor sensibilizante del entorno de la mascota, los síntomas no desaparecerán e incluso pueden intensificarse.
Se utilizan antihistamínicos, a veces también son necesarios glucocorticosteroides y otros medicamentos para ayudar a aliviar las reacciones alérgicas. El veterinario usa con mayor frecuencia preparaciones que incluyen: difenhidramina, hidroxizina, clemastina, clorfeniramina y loratidina. Para el tratamiento local, se utilizan gotas, ungüentos y geles que contienen el ingrediente activo.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos ayudan con la inflamación, la fiebre y el dolor. En el tratamiento de la rinitis, también se usan inmunosupresores, preparaciones antimicóticas, oxigenoterapia y antibióticos. En el caso de cambios neoplásicos, la cirugía y la quimioterapia son la mejor opción y suelen resultar favorables para el animal.
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