Una segunda mascota en casa

Dos perros acostados

Llevar a una segunda mascota a casa es un problema que hay que tomarse con la misma seriedad y consideración que aplicaría con la decisión de tener otro hijo. Básicamente, aumentará su familia y esta decisión no hay que tomarla a la ligera.

Por esto se deben tener en cuenta algunos factores importantes que pueden ayudar a decidir y tomar decisiones que solo facilitarán el proceso de elegir e introducir un nuevo miembro en la familia.

Responsabilidad adicional, meditar bien.

Si la idea es tener una segunda mascota para que le haga compañía al primer animal, porque pasa mucho tiempo solo, otra mascota no resolverá nada e incluso puede empeorar la situación.

Si es un animal que anhela la compañía del dueño, puede estar celoso si ve que tiene que compartir el poco tiempo que pasa con otro miembro de la familia.

Recuerda que el tiempo que tendrás que pasar para jugar con los dos, para tratarlos, cepillarlos y mimarlos, tendrá que ser más largo, así que evalúa bien tu horario antes de conseguir más compañía.

¿Tienes un presupuesto para ambos?

Además del tiempo, otra cosa que se duplicará es el presupuesto que hay que tener disponible para gastos. Con una segunda mascota, los costos de consultas veterinarias, vacunas, collares, alimentos y más cosas aumentarán, por lo que es importante que puedas brindarla a ambos la misma calidad de vida.

¿Hay espacio para todos?

Dependiendo del tamaño de la segunda mascota, el problema del espacio puede ser importante. Recuerda que algunos necesitan sus propios territorios y lugares, como sucede a menudo con los gatos, y que un dueño consciente tiene que ser capaz de proporcionarles condiciones para vivir de manera segura y feliz.

Un segundo animal, hacerlo bien.

Lo importante es que tengan puntos en común, por lo que hay que buscar niveles de actividad y comportamientos similares. No necesitan ser de la misma raza ni del mismo tamaño, siempre que tengan actitudes parecidas.

Dos perros en el jardín

Ya sean gatos, perros o animales de otras especies, investiga cómo es mejor que conozcan a un nuevo amigo. Para perros y gatos, por ejemplo, presentarlos primero a través del olfato es siempre la mejor estrategia.

En los primeros días puedes definir áreas específicas de la casa donde cada uno permanecerá sin cruzarse con el otro. Esto les permite oler a otro animal cercano e intercambiar objetos con sus propios olores entre sus dos territorios.

El objetivo es que conozcan el nuevo olor y lo asocien con su espacio, esto es particularmente importante para el animal que ya vive allí. El primer encuentro visual debería ser en territorio neutral, por ejemplo, en el jardín o la casa de un vecino.

Estos son pasos lentos que requieren paciencia, pero que si se logran, marcan la diferencia entre una familia feliz u otra que está comenzando un futuro de problemas.

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